Entre los resquicios que deja la persiana entreabierta se vislumbra un halo de luz que presenta un nuevo día. El ambiente es fresquito pero las previsiones indican que levantará el día así que cojo la bici y los manguitos y salgo a la calle.
Como todos los días después de saborear el olor de la panadería giro hacia la Avenida en busca de la calle Coronación para alcanzar el punto de reunión en el banco de la Fuente de los Patos.
El sábado debió haber furtiveo de los buenos porque la afluencia en la salida es más bien escasa. A esto le tenemos que sumar que estamos en pleno veranito y la gente anda de vacaciones y además la moda de salir antes cada día va implantándose más en el seno del pelotón.
Sin excesivo brío salimos de la ciudad y en cuanto tomamos la larga recta de Durana el ritmo empieza a alegrarse, pasamos el pantano y en las primeras rampas de Arlaban el pelotón se rompe en dos. Bajada con precaución y reagrupamiento. Entramos en Mondragón (dónde aprovecho a saludar al amigo Hiri que se encuentra entrenando por la zona) y comenzamos la subida al coll del día: Udala. Es una subida por carretera estrecha, cono zonas tendidas y también rampas tendidas y algún repecho del 11%. La verdad, no me da tiempo a deleitarme con el paisaje porque acompañado del Enfermero y de un "Eduardo Chozas" (un compañero del que no me sé el nombre pero iba vestido con el maillot del campus que organiza el ciclista Eduardo Chozas) subimos bastante rapiditos. Nos sube a tanta pastilla que bastante tenemos con seguirle el ritmo y coronar juntos. Teniendo en cuenta el cansancio que arrastro no he subido tan mal y al Enfermero le he visto fino como siempre, este sí que promete.
Nada más coronar nos encontramos allí con el grupo de compañeros que ha salido antes para ir abriendo camino como dirían los montañeros.
Echamos una firma y esperamos al resto de la grupeta y a algunos compañeros que se han despistado con el itinerario del día y llegan unos minutos después.
Damos cuentas del "almuerzo" de rigor y bajamos otra vez a Mondragón para tomar dirección a la segunda cota del día: Cruceta.
Allí subimos en bloque ya que en las filas contamos con algunos compañeros un poco cansados. Superamos el embite y ya sólo queda volver a pasar por el pantano para llegar a la cervecería y degustar unos buenos caldos.
Al final el sol ha hecho acto de presencia y hemos finalizado la jornada con 95 kilómetros.
Ahora a esperar haber si van descansando las piernas aunque me temo que con tanto furtiveo entre semana estará difícil. Ya os contaré el viernes como se ha dado la cosa.
P.D. Aquí están las fotos de esta jornada; Hay fotos de la grupeta, Manzanita y la "máquina" de un compañero que sale con nosotros.
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