La cosa va de tecnología esta semana. Si el otro día eran los Q-Rings hoy toca hablar del "futuro", el cambio eléctrico. Un nuevo sistema que ha sido probado en prototipos con anterioridad pero que es a partir de esta temporada cuando empieza a utilizarse de manera oficial en algunas bicis del pelotón profesional.
Por un lado, Campagnolo, la mítica firma de componentes de bicicletas italiana, quiere lanzar este año su modelo de cambio eléctrico, y lo está testando con equipos Pro Tour. En el Caisse d¨Epargne el conejillo de indias es Pablo Lastras, que lleva el nuevo sistema de cambio automático en su bici de competición. Éste funciona a través de las manetas con un doble botón, y cuenta con un cuentakilómetros-ordenador que indica la multiplicación y sus posibilidades.
El nuevo cambio funciona con una batería instalada en la parte inferior del portabidones, y la energía se transmite por cable. Llevarlo tampoco supone una tara especial para la máquina del corredor, que pesa unos 100 gramos más con la incorporación de del nuevo cambio.
Lastras estrenó el prototipo en la Milán- San Remo y está encantado. "Siempre se ha dicho que los cambios eléctricos funcionan peor, pero la experiencia por ahora ha sido muy buena. No falla, no salta, la batería dura y estoy a gusto".
Por otro lado, Shimano, la marca nipona competencia de Campagnolo, también trabaja en un cambio eléctrico y lo están probando algunos equipos, como Gerolsteiner. El sistema es básicamente el mismo. El cambio se ejecuta desde la maneta por cable al cambio y el desviador, también gracias a una pequeña batería situada en la barra del cuadro. Su banco de pruebas desde el principio de temporada ha sido Fabian Wegmann, y ahí están los resultados. "Ha corrido todas las carreras del año con este sistema, él está contento y no hay ninguna queja", decía un mecánico del Gerolsteiner.
El nuevo cambio funciona con una batería instalada en la parte inferior del portabidones, y la energía se transmite por cable. Llevarlo tampoco supone una tara especial para la máquina del corredor, que pesa unos 100 gramos más con la incorporación de del nuevo cambio.
Lastras estrenó el prototipo en la Milán- San Remo y está encantado. "Siempre se ha dicho que los cambios eléctricos funcionan peor, pero la experiencia por ahora ha sido muy buena. No falla, no salta, la batería dura y estoy a gusto".
Por otro lado, Shimano, la marca nipona competencia de Campagnolo, también trabaja en un cambio eléctrico y lo están probando algunos equipos, como Gerolsteiner. El sistema es básicamente el mismo. El cambio se ejecuta desde la maneta por cable al cambio y el desviador, también gracias a una pequeña batería situada en la barra del cuadro. Su banco de pruebas desde el principio de temporada ha sido Fabian Wegmann, y ahí están los resultados. "Ha corrido todas las carreras del año con este sistema, él está contento y no hay ninguna queja", decía un mecánico del Gerolsteiner.
Veremos cuanto tarda en llegar este invento al cicloturista de a pie...
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