SALIDA BERANTEVILLA 08/03/09

Volvemos a las salidas oficiales de la Sociedad. La Fuente de los Patos vuelve a ser el punto de reunión para todos los compañeros. El día ha salido nublado, con el asfalto mojado pero miro a mi alrededor y veo a bastante compañía, se nota que hay "mono" de bici. La temporada se presenta apasionante, caras nuevas a mi alrededor y monturas relucientes, alguno estrena bici hoy.

Salimos tranquilos, tanto que hasta las primera rampas de Montevite vamos tirando del grupo nosotros, se hace extraña esta situación, nos habíamos acostumbrado a seguir la rueda de los "pros". Lo dicho, llegan las primeras rampas y hay cambios en la cabeza, empiezan a adelantarnos poco a poco el grupo que suele copar las primeras plazas. Se parte el pelotón y nos quedamos al mando del grupo "perseguidor". Conseguimos mantener un buen ritmo durante varios kilómetros y enlazamos varios repechos, tras superar Leciñena bajamos hacia el control de firmas de hoy, Berantevilla. Al llegar allí ya llevan un rato esperando los "escapados".

Un par de sorbos de Coca-Cola, barrita, firma, foto y toca volver.

Unos cogen ruta larga, otros la establecida en el calendario y otros bastante tienen con seguir apurando los platos del almuerzo.

Nos decidimos por coger la ruta señalada, a nuestro grupo se unen varios compañeros más. Este año la grupeta goza de buena salud y somos suficientes para hacer un mini-pelotón solvente para llegar con tranquilidad a destino. La vuelta se hace suave pensando en la última tachuela del día, el Puerto Zaldiaran. Las primeras rampas las hacemos al trote, un pequeño incidente nos hace detener la marcha, ha habido una caída en el grupo, parece que no es nada grave, podemos seguir, seguro que dolerá un poco el golpe mañana pero nada que no cure un poco de pomada. Reanudamos la marcha y tras pasar Doroño comienza la verdadera ascensión. Pipe, el Profe y yo comandamos la expedición hasta que el aventurero tira hacia adelante en solitario. Pipe se aleja con paso firme, después de unos metros Oscar el Peque se ha descolgado y, con la excusa de un coche que nos adelanta, aumento el ritmo y me pongo a su altura. Puestos a emocionarse sigo hasta donde el Pipe, continuo la marcha y alcanzo la cima. Toca bajar, el grupo me sobrepasa con facilidad, mi talón de Aquiles vuelve a aflorar así que me dejo caer y al llegar abajo doy media vuelta y vuelvo a encarar el puerto. Subo otra vez y así entreno las bajadas.

No ha llovido al final, temperatura agradable, primera salida sin complicaciones. Ha vuelto el calendario social, ha vuelto la Vitoriana a las carreteras.

Al final 103 kilómetros en 3 horas y 30 minutos. El sábado llovió y perdonamos pero ha merecido la espera, hoy hemos vuelto a disfrutar de la bicicleta.