15 junio, 2009

CRÓNICA IRATI XTREM 2009

Sábado 13 de Junio, suena el despertador son las 4 de la mañana, el calor y los nervios típicos antes de una marcha no me han dejado dormir mucho. Hay que desayunar fuerte el día se presenta duro, coger la mochila y rumbo para Otsagavía. Llegamos pronto y lo de encontrar aparcamiento es fácil, son las 7 y media de la mañana y el sol caliente a los expedicionarios de este día: el Profe, Mary Joe y yo.

Nos acercamos al pabellón a por los dorsales, ya se nota el ambientillo, ahora toca vestirse de romano y prepararse para la batalla. Recta de meta 8,45 minutos de la mañana, después de saludar a Hiri, Ribe e Iñaki nos plantamos en la salida junto con otros 950 valientes más. Bajo un sol de justicia partimos tranquilos hacia nuestro destino particular.Me sorprende cómo la gente va charlando y el ritmo es tranquilo, se nota que esta marcha nos es competitiva y es lo suficientemente dura como para que hasta los más "pro" se lo tomen con calma. Yo desde el principio tengo en mente ir reservando todo lo que pueda para terminar con garantías la marcha. A los 2 primeros kilómetros empiezan a sucederse los pequeños puertos que te van minando poco a poco hasta llegar al "muro" de la fábrica de armas que con sus tremendos porcentajes empieza a poner a cada uno en su sitio. Una vez superado el primer coco volvemos a las andadas y volvemos al sube-baja de puertos cortos hasta llegar al primer avituallamiento. Se nota el ambiente cicloturista de la marcha, la gente no se pega por la comida y salir rápido. Da tiempo a sacarse fotos tranquilamente. De hecho es el mejor momento para saludar a unos cuantos foreros.
A partir de aquí comienza la faena de nuevo, toca subir Errozate, lo más duro y largo que había subido jamas aunque merece la pena por las vistas y la satisfacción de haber ganado la batalla a éste coloso, lo subo dosificando mucho en la primera parte y de charleta con Iñaki en la segunda parte. Antes de coronar, a falta de 6 kilómetros muchos optan por coger el desvío y ahorrarse la última parte del puerto y salir directos a Larrau, yo como ya me conocéis pues nada tiro hasta arriba, he venido a hacer la marcha y la hago completa.


De ahí bajada (por cierto, esto es lo que menos me ha gustado de la marcha, era peligrosa) hasta el valle dónde tocaba picnic a la orilla del río y a coger aire para afrontar el último escollo, Larrau.

Antes de empezar la crono nos proveemos de agua en una fuente cercana, tomo el último gel, pasamos por la alfombrilla y empieza la cuenta atrás. A decir verdad paso por encima por la curiosidad de saber el tiempo porque mi idea es conseguir acabar la marcha que ya es suficiente. A estas alturas se han retirado 200 participantes y unos cuantos más han cogido el "atajo" así que con terminar me vale.
En las primeras rampas empiezo a notar que algo va mal y al poco tiempo lo confirmo, creo que el último gel no me ha sentado nada bien, de piernas voy bien pero me cuesta respirar y el cuerpo no ofrece toda la energía que le pido, se lo comento a mi "gregario" y confirmamos el hecho: va a tocar sufrir, una mala combinación de geles puede haber producido un exceso de glucosa y me ha hecho el efecto precisamente que no quería. Y así es, aquí empieza mi verdadera prueba, una lucha contra las rampas, el sol (de 30 a 36º) y sobre todo contra mi orgullo. Los que me conocen saben que no me doy por vencido a las primeras de cambio así que me pongo el chip en mi cabeza de que este puerto lo subo yo por mis huevos. Mi "gregario" me va esperando, me da agua, a ratos hasta me va empujando pero aunque estoy medio muerto y me dice que paremos yo por mis narices sigo pedaleando. Miro el cuentakilómetros y no subo de 7 km/hora a veces hasta voy a 5 pero me da igual, en mi pensamiento está aguantar como sea y no bajarme de la bici. A mi alrededor veo mucha gente subiendo andando, otros descansando en la sombra y yo fijo mi mirada al suelo, aprieto los dientes y sigo pedaleando. Cada rampa es un reto, cada curva un sufrimiento menos. Inmerso en mi agonía afronto la penuria desatando ira en cada pedalada y la primera recompensa llega cuando empiezan a bajar los porcentajes antes de la última parte del puerto. De aquí a la cima "solo" quedan varios kilómetros, la última batalla, la batalla final. Lo puedo conseguir. Aprieto el manillar con fuerza y me concentro en seguir las indicaciones del Profe, oigo gritos de ánimo y sino los oigo el Profe los pide a los espectadores y me los dan, lo puedo hacer. Últimas curvas de herradura y afronto la interminable rampa final, a lo lejos veo a la gente, vuelvo la mirada al suelo y me conjuro para un último esfuerzo. Lo voy a lograr, oigo gritos de ánimo a lo lejos, Txema, Toni, Isma (gracias por sacar la foto y plasmar este recuerdo que tendré para toda la vida) y la grupeta madrileña del foro capitaneada por Kalibur me dan los últimos gritos de apoyo que hacen que empiecen a brotar una gotas de los ojos que no son sudor precisamente. Lo he conseguido, hasta ahora nunca había subido tan mal un puerto pero es verdad que jamás he sentido la satisfacción de haber logrado mayor gesta que la realizada con subir Larrau en estas condiciones. Por esto me gusta el ciclismo, es sufrimiento pero nada te puede dar más subidón que al haber estado durante 1 hora y 29 minutos (puesto 439 de la general) subiendo a duras penas y luchando contra un gigante como Larrau pero sobre todo luchando contra ti mismo. Llegar arriba y cruzar la alfombra significaba más que medir el tiempo, significaba superar un reto personal. Nunca pensé que fuese a ser tan duro, quizás sino me hubiera sentado mal el gel, quizás sino hubiese hecho tanto calor, quizás... la verdad que sufriendo así he disfrutado más de la victoria, la victoria de terminar una marcha extrema, si ya lo decía el nombre: Irati Extrem 2009.Al llegar a la cima beber agua, reponer fuerzas y bajar hasta Otsagavía comandados por Isma, y lo que son las cosas, a 40 km/hora y sin inmutarnos. Este deporte es así, un rato antes penando y después volviendo en plato. Ducha fresquita, ensalada de pasta y ver la recogida de premios, coger los bártulos y vuelta a casa. Hora de llegada a Vitoria 22,30. Creo que ya toca ir a descansar no??
Al final me salieron 135 kilómetros y 7 horas y 45 minutos.
P.D. Gracias a todos por los ánimos y sobre todo al Profe, te debo una.
Fotos by Isma, Klyde & Dandy.

5 comentarios:

E,ungenio dijo...

Despues de leer, casi tengo que hacer estiramientos.Me dolía todo el cuerpo.BRAVO.No bajes la guardia,este finde te toca otra.Si tienes claro,donde estubo el problema,aprende, para evitarlo,no es facil.El profe tambien,en su linea, BRAVO, Javi.

DANDY dijo...

Lección aprendida; dosificar los geles y no tomar mucha glucosa seguida o sino ya sabes lo que te puede pasar...
Gracias por tus comentarios campeón!!

Anónimo dijo...

Enhorabuena flandys. Un reto mas en tu vida superado

DANDY dijo...

Muchas gracias Piter, suerte para las Bardenas!!!

SMM dijo...

Joé chaval que duro es aquello, vaya dia de sufrimiento hace un mes. Vaya pajaron agarré.

No veas el merito de acabarla. Enhorabuena, en breve mi cronica.

Salu2 campeon.