Un día espectacular, sol de justicia acompañando todo el recorrido, organización casi perfecta, buena compañía y regalito en la despedida.
Así podríamos resumir en líneas generales lo acontecido este pasado sábado 30 de Mayo en la II Beloki-Heredia.
Esta vez, a pesar de estar cerca de casa, madrugamos un poquito y llegamos con tiempo suficiente para estirar las piernas, recoger los dorsales y prepararnos para partir.
Ya desde la salida la gente con ganas de dar caña, menos mal que la organización tenía al pelotón neutralizado hasta el comienzo del Puerto Vitoria, de ahí libertad para dar leña.
Nosotros en nuestra línea habitual, pronto nos encontramos tirando del último grupo hasta que uno de la grupeta del día pinchó y pasamos a engrosar las filas del vagón de cola.
El primer puerto lo subimos tranquilos, paradita a vaciar la vejiga y tirar para abajo con garbo hasta la siguiente cota el Puerto de La Aldea dónde otra vez nos paramos para inmortalizar el momento de tocar cumbre. Bajada hasta Sta. Cruz de Campezo y repecho sostenido hasta Contrasta dónde enlazamos con el temido coloso del día: La subida a la ermita de Sta. Teodosia.
Allí cada uno se buscó la vida, unos andando y otros en bici sufrimos de lo lindo para superar los picos del 19% de este camino agrícola bacheado.
Un poco de agua, aire puro para respirar y de ahí bajar hasta Salvatierra con las piernas calentitas en busca del ansiado plato de macarrones.
Al final de postre uno de la grupeta se llevó el regalito del día: un cuadro BH de carbono que seguro hará buen uso de él.
Aquí tenéis la gráfica de Manuel que refleja fielmente cómo fue la marcha:
Así podríamos resumir en líneas generales lo acontecido este pasado sábado 30 de Mayo en la II Beloki-Heredia.
Esta vez, a pesar de estar cerca de casa, madrugamos un poquito y llegamos con tiempo suficiente para estirar las piernas, recoger los dorsales y prepararnos para partir.
Ya desde la salida la gente con ganas de dar caña, menos mal que la organización tenía al pelotón neutralizado hasta el comienzo del Puerto Vitoria, de ahí libertad para dar leña. Nosotros en nuestra línea habitual, pronto nos encontramos tirando del último grupo hasta que uno de la grupeta del día pinchó y pasamos a engrosar las filas del vagón de cola.El primer puerto lo subimos tranquilos, paradita a vaciar la vejiga y tirar para abajo con garbo hasta la siguiente cota el Puerto de La Aldea dónde otra vez nos paramos para inmortalizar el momento de tocar cumbre. Bajada hasta Sta. Cruz de Campezo y repecho sostenido hasta Contrasta dónde enlazamos con el temido coloso del día: La subida a la ermita de Sta. Teodosia.
Allí cada uno se buscó la vida, unos andando y otros en bici sufrimos de lo lindo para superar los picos del 19% de este camino agrícola bacheado.Un poco de agua, aire puro para respirar y de ahí bajar hasta Salvatierra con las piernas calentitas en busca del ansiado plato de macarrones.
Al final de postre uno de la grupeta se llevó el regalito del día: un cuadro BH de carbono que seguro hará buen uso de él.
Aquí tenéis la gráfica de Manuel que refleja fielmente cómo fue la marcha:
P.D. Al día siguiente para estirar la piernas salida con la Sociedad y recorrido durito: Puerto Vitoria, Herrera y Zaldiaran así que acabamos el finde con 250 kms. más para la buchaca.
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