Cuando se acerca el fin de la temporada comienzan a plantearse los objetivos del año siguiente. Uno de ellos intentaremos que sea acudir a la Marcha de Lagos de Covadonga, esperamos que haya "suerte" y podamos ir. Para ir abriendo boca os dejo aquí la crónica oficial de lo sucedido este año:
CLASICA LAGOS DE COVADONGA 2008
Sábado 17 de mayo de 2008, 9 de la mañana, no llueve aunque hace un poco de niebla que tiende a desaparecer, el dorsal y chip puestos, los nervios ...buff y ahora me entran ganas de ir al baño... Así estaban 2.500 cicloturistas debajo del balcón del Ayuntamiento de Cangas de Onis, esperando a que el homenajeado, Abraham Olano, hiciera el protocolario corte de cinta y salir pitando para recorrer los 112 km. que la organización había preparado para este año, que como todos, tenían en común el final en los 11 Km. de dura ascensión a los Lagos de Covadonga. Se preveía, como así fue, una salida rápida hasta la localidad de Llanes, debido a que en el nuevo recorrido no estaba el Fito a los 8 Km. de salida. En LLanes primer avituallamiento, del numeroso grupo cabecero, no para ninguno dejando todo el manjar para los más rezagados que se toman la marcha de un modo menos competitivo. Se sube la tornería, precioso y duro puerto que pone a cada uno en su grupeta, en la bajada un baden bien señalizado por la organización hace frenar más de lo que uno quisiera y sin tiempo a recuperar ya estamos subiendo La Rebollada, segundo puerto del día pero este tiene recompensa, coronando está el segundo avituallamiento que (quitando los primeros) casi todos los participantes visitan. De aquí hasta Soto de Cangas, se recuperan fuerzas, se charla con los compañeros, mira va Olano con nosotros a ver si le aguanto en la subida… y llega el Repelao, último avituallamiento y… el comienzo de la subida, toman el tiempo en la curva de la Santina (Covadonga) y que poco queda, pero es lo más duro... Conseguido. Luego en el Pabellón, el bollo preñao sabía como una mariscada hasta para los que subían en moto, la congregación de gente que asistió a la entrega de trofeos es digna de ver, no se si habrá fotos de ello, pero contemplar a los participantes llenando el pabellón, unos sentados en el suelo, otros en la grada y otros en posición vertical, colaborando con la organización en hacer que los premiados se sientan más importantes de lo que son en ese momento es de agradecer. Solo queda recoger todo lo anteriormente desplegado por la organización, guardarlo y descansar. El próximo año, la próxima Clásica nos está esperando...
Sábado 17 de mayo de 2008, 9 de la mañana, no llueve aunque hace un poco de niebla que tiende a desaparecer, el dorsal y chip puestos, los nervios ...buff y ahora me entran ganas de ir al baño... Así estaban 2.500 cicloturistas debajo del balcón del Ayuntamiento de Cangas de Onis, esperando a que el homenajeado, Abraham Olano, hiciera el protocolario corte de cinta y salir pitando para recorrer los 112 km. que la organización había preparado para este año, que como todos, tenían en común el final en los 11 Km. de dura ascensión a los Lagos de Covadonga. Se preveía, como así fue, una salida rápida hasta la localidad de Llanes, debido a que en el nuevo recorrido no estaba el Fito a los 8 Km. de salida. En LLanes primer avituallamiento, del numeroso grupo cabecero, no para ninguno dejando todo el manjar para los más rezagados que se toman la marcha de un modo menos competitivo. Se sube la tornería, precioso y duro puerto que pone a cada uno en su grupeta, en la bajada un baden bien señalizado por la organización hace frenar más de lo que uno quisiera y sin tiempo a recuperar ya estamos subiendo La Rebollada, segundo puerto del día pero este tiene recompensa, coronando está el segundo avituallamiento que (quitando los primeros) casi todos los participantes visitan. De aquí hasta Soto de Cangas, se recuperan fuerzas, se charla con los compañeros, mira va Olano con nosotros a ver si le aguanto en la subida… y llega el Repelao, último avituallamiento y… el comienzo de la subida, toman el tiempo en la curva de la Santina (Covadonga) y que poco queda, pero es lo más duro... Conseguido. Luego en el Pabellón, el bollo preñao sabía como una mariscada hasta para los que subían en moto, la congregación de gente que asistió a la entrega de trofeos es digna de ver, no se si habrá fotos de ello, pero contemplar a los participantes llenando el pabellón, unos sentados en el suelo, otros en la grada y otros en posición vertical, colaborando con la organización en hacer que los premiados se sientan más importantes de lo que son en ese momento es de agradecer. Solo queda recoger todo lo anteriormente desplegado por la organización, guardarlo y descansar. El próximo año, la próxima Clásica nos está esperando...
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