El tiempo sigue acompañando aunque me temo que según las previsiones empeorará a medida que se acerque el fin de semana...:(
Por eso mejor aprovechar cuando se puede y de ahí el entreno de ayer, 43 kilómetros para soltar las piernas e intentar recuperar viejas sensaciones. Partí con la compañía de Eolo, subir el Puerto Vitoria con viento en contra me costó más de lo deseado, bajar con precaución por el mismo viento pero ahora de costado. Perfil llano hasta coger el desvío a la localidad de Dordóniz. Aquí el terreno pica un poco hasta subir al pueblo desde dónde se pueden observar bonitas vistas.
Bajar a coger la carretera principal y así hasta la localidad de Treviño dónde me aventuro a recorrer sus calles. Siempre he tenido curiosidad por saber a dónde llevaba ese repecho..Un cuestón da la bienvenida pero pronto llega el descenso entre callejas estrechas para tomar de nuevo la carretera general y seguir hasta el cruce dónde tomo dirección Vitoria y me aventuro a la cuarta subida del día, Zaldiaran.
Al inicio del puerto veo a lo lejos otro ciclista. Me voy aproximando a él, vestido con la equipación del Abendaño S.C., parece que va dosificando las fuerzas. Le dejo ir unos metros por delante pero su ritmo es lento así que me pongo a la par, le saludo e intento entablar conversación. Parece que no está por la labor de charlar así que me toca tirar a mi. Sin mirar hacia atrás voy abriendo camino hasta llegar a pie de puerto, sigo en plato. Vamos a probar hoy como van las piernas... mi compañero de viaje sigue ahí detrás, yo a mi ritmo. Empiezan los primeros desniveles y voy aumentando el ritmo paulatinamente, piano-piano. Sigo sin recibir relevo alguno así que tomo la decisión de bajar plato, piñones y despedirme de mi "amigo". Subo a buen ritmo hasta coronar y vuelvo a disfrutar de buenas sensaciones.
De aquí hasta abajo con viento a favor para llegar a casa después de 2 horitas de paseo, es una lástima no disponer de más tiempo para entrenar entre semana y encima como ahora anochece tan pronto... bueno menos da una piedra, habrá que conformarse con estas mini-salidas.
Por eso mejor aprovechar cuando se puede y de ahí el entreno de ayer, 43 kilómetros para soltar las piernas e intentar recuperar viejas sensaciones. Partí con la compañía de Eolo, subir el Puerto Vitoria con viento en contra me costó más de lo deseado, bajar con precaución por el mismo viento pero ahora de costado. Perfil llano hasta coger el desvío a la localidad de Dordóniz. Aquí el terreno pica un poco hasta subir al pueblo desde dónde se pueden observar bonitas vistas.
Bajar a coger la carretera principal y así hasta la localidad de Treviño dónde me aventuro a recorrer sus calles. Siempre he tenido curiosidad por saber a dónde llevaba ese repecho..Un cuestón da la bienvenida pero pronto llega el descenso entre callejas estrechas para tomar de nuevo la carretera general y seguir hasta el cruce dónde tomo dirección Vitoria y me aventuro a la cuarta subida del día, Zaldiaran.Al inicio del puerto veo a lo lejos otro ciclista. Me voy aproximando a él, vestido con la equipación del Abendaño S.C., parece que va dosificando las fuerzas. Le dejo ir unos metros por delante pero su ritmo es lento así que me pongo a la par, le saludo e intento entablar conversación. Parece que no está por la labor de charlar así que me toca tirar a mi. Sin mirar hacia atrás voy abriendo camino hasta llegar a pie de puerto, sigo en plato. Vamos a probar hoy como van las piernas... mi compañero de viaje sigue ahí detrás, yo a mi ritmo. Empiezan los primeros desniveles y voy aumentando el ritmo paulatinamente, piano-piano. Sigo sin recibir relevo alguno así que tomo la decisión de bajar plato, piñones y despedirme de mi "amigo". Subo a buen ritmo hasta coronar y vuelvo a disfrutar de buenas sensaciones.
De aquí hasta abajo con viento a favor para llegar a casa después de 2 horitas de paseo, es una lástima no disponer de más tiempo para entrenar entre semana y encima como ahora anochece tan pronto... bueno menos da una piedra, habrá que conformarse con estas mini-salidas.
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