11 febrero, 2009

ISAAC IMPULSE

Seguimos con nuestra sección de marcas menos conocidas para el gran público. El otro día hablamos de la marca alemana Canyon y hoy toca Isaac. Aquí tenéis un reportaje aparecido en la revista Ciclismo en Ruta sobre el modelo Isaac Impulse:

No podía ser de otra forma. El padre de las leyes que rigen el movimiento de los cuerpos, Sir Isaac Newton, es el que da nombre a esta marca, que une alrededor de una sola empresa dos culturas tan diferentes como la inglesa y la alemana, pues la sede administrativa se encuentra en Inglaterra, y el equipo de investigación y desarrollo, en Alemania.
Estudiando para intentar conocer un poco más de la idiosincrasia de Isaac, enseguida advertimos que se trata de una compañía que combina la más exhaustiva investigación, con los test en el túnel del viento, y el continuo feedback de los usuarios. A través de tan completo proceso buscan un único objetivo: el máximo rendimiento. Partiendo de esta premisa, vamos analizar la nueva Impulse 2008. Sólo por debajo del tope de gama, la Sonic, la Impulse que hemos disfrutado ofrece una relación calidad/precio/prestaciones digna de ser tenida en cuenta. La principal diferencia con su hermana mayor es el peso, unos 100 gramos de diferencia.
LA NATURALEZA ES SABIA
Una de las cosas que llama la atención en esta Isaac es que los ingenieros han diseñado el cuadro siguiendo formas naturales. Por ejemplo, la pipa de dirección, vista de frente, presenta forma de huevo, es decir, forma elíptica. El tubo de dirección tiene forma de árbol, con una base ancha y más estrecho cuanto más arriba, y formas muy suaves y redondeadas en vainas y tirantes, asemejándose a huesos y caparazones. Estas formas, que aparecen en la naturaleza continuamente, optimizan la resistencia y reducen la fatiga de estos elementos. El cuadro es un monocasco realizado en fibra de carbono, en el que destaca el hecho de que está fabricado a mano, por lo que son necesarias unas 200 horas de trabajo para construirlo. No cabe duda que es mucho tiempo, pero el esfuerzo se ve recompensado gracias a la multitud de detalles con los que cuenta. El material utilizado es la fibra de carbono Torayca T1000G, una fibra de alto módulo, usada en aplicaciones de gran rendimiento, que permite conseguir un bajo peso y alta resistencia a la fatiga. El peso del cuadro en talla 54 es de 980 gramos. Quizás no se trate del cuadro más ligero del mercado, pero sí uno de los orientados a la competición más resistentes. Tal es la confianza del fabricante, que, a diferencia de otras bicis, la garantía permite su uso en competición. Es más, incluso para casos de accidente cuenta con una garantía especial que permite reemplazar el cuadro a un precio reducido en los dos primeros años. La garantía del cuadro es de 5 años. A primera vista, son dos las partes del cuadro que llaman especialmente la atención: la pipa de dirección y el pedalier. Ambas están sobredimensionadas, lo que proporciona una gran rigidez y una excelente ayuda para no perder un ápice de energía en torsiones estructurales. La diferencia, sobre todo, es palpable en tallas grandes, donde la rigidez normalmente se ve más comprometida porque cuenta con tubos más largos. Otro detalle es que todos los tubos son redondos con el objetivo de mantener la misma rigidez en todas las direcciones. Los tirantes traseros son continuación del tubo horizontal, rodeando el tubo del sillín y consiguiendo de esta forma la continuidad de las fibras de carbono y eliminando un posible foco de problemas futuros. Por su parte, la horquilla es también de carbono, recta, de una pieza, y con el tubo de dirección cónico, más grueso en la base, con un diámetro de 1 1/4”, y más estrecho en la parte superior, de 1 1/8”. Esto, además, permite que el rodamiento inferior de la dirección, el que recibe mayor carga, sea de mayor diámetro, evitando su desgaste prematuro. Señalar por último que está disponible en seis tallas: 48, 51, 54, 55.5, 57 y 60. La geometría es clásica, razón por la que el comportamiento de la bici es neutro. Es también predecible y fiable. Su larga distancia entre ejes nos permite rodar a alta velocidad de forma muy estable, sin penalizar excesivamente en curvas. En lo que se refiere a las diferencias con la versión 2007, la pipa de la dirección y la unión con el tubo superior se han visto todavía más sobredimensionados. Además, también se ha eliminado el guiado de los cables de cambio por el interior de la pipa de la dirección. Por otra parte, haceros saber que el cuadro se encuentra disponible en color negro –con una nueva decoración- o blanco.
A JUEGO
Como era de esperar, todos los componentes que visten la Impulse que hemos probado se encuentran a la altura del cuadro. De la transmisión se encarga el conocido grupo Shimano Dura-Ace de 10v. La calidad de este grupo vienen dada por la suavidad y precisión de cambios. Los platos (53-39) y casete (12-23) nos proporcionan unos desarrollos típicos de una bici de competición. En lo que se refiere a las ruedas, se ha confiado en unas Mavic Ksyrium ES Edición Especial Aniversario, que proporcionan un rodar suave y efectivo. Las Ksyrium cuentan con 18 radios en la rueda delantera y 20 en la trasera. Son muy ligeras y el aspecto estético es muy agradable. El buje delantero con un gran diámetro es de carbono y del cierre se encarga un juego fabricado en titanio. A pesar de lo que podría indicarnos su gran ligereza, la rigidez lateral es más que aceptable. Los suizos de Oval -marca también representada en España por Vitalnutritech- aportan la calidad necesaria para el puesto de mando con su manillar y potencia. El manillar es de diseño extraplano, quizás demasiado para nuestro gusto personal, por lo que no nos pareció tan cómodo como otros, aunque no dudamos de su eficacia aerodinámica. De todos modos, tiene marcadas las formas de los dedos para un mejor agarre. Es complicado acoplar algunos elementos como cuentakilómetros ó soportes para luces por su particular diseño. Como aspecto positivo, lleva un corazón de Kevlar para evitar roturas repentinas del mismo. La potencia llama la atención por la forma en la que se disponen los tornillos que sujetan la tapa, dado que se encuentran orientados al revés que en cualquier otra potencia del mercado. Normalmente, las cabezas de los tornillos están en la parte de la tapa, y la rosca en la potencia. En este modelo, los tornillos van desde la potencia a la tapa, siendo ésta el lugar en el que se roscan. Este curioso sistema, llamado RBT (Reverse Bolt Tecnology), disminuye el estrés al que está sometida la tapa, y aumenta la rigidez del conjunto. Otra ventaja es que Oval proporciona un montón de accesorios para acoplar a este conjunto potencia/manillar. Así, por ejemplo, con sólo cambiar la tapa de la potencia podemos colocarle a la Isaac unos estupendos acoples de triatleta. El resultado de todo el conjunto de la bicicleta con estos componentes -sin pedales, eso sí- nos dio un peso en la báscula de 7.160 gramos. Del resto de los componentes te podemos contar que la tija del sillín está firmada por la propia Isaac, que viene provista de retraso y está incluida en el kit del cuadro. El sillín es el contrastado Fi´zi:k Arione, que proporciona una gran comodidad con su sistema Wing Flex, el cual permite que los laterales flexionen un tanto según pedaleamos en orden a permitir una mayor libertad de movimientos. Para las fundas de cambio se han utilizado las Nokon en color blanco, de manera que hagan juego con los logos de la marca.
PRECIO
3899 euros; 1999 euros el cuadro, horquilla y tija.
VALORACIÓN
Lo mejor:
Rigidez, peso y estética.
Lo peor:
El manillar es aerodinámico, pero esto le resta comodidad en algunas situaciones.

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