24 mayo, 2011

EL INFIERNO CANTABRO 2011, EL SOPLAO

Primer año que hago una temporada combinando carretera y btt y qué mejor que estrenarse con la Maratón de los Monegros y con el Soplao, dos pruebas con solera dentro del panorama nacional. La primera ya estaba en la buchaca pero este nuevo reto, el Infierno Cántabro, imprimía más respeto, tanto por kilómetros como por desnivel, pero con la ilusión de un principiante nos plantamos allí para participar en ella.
Viernes, me escapo del curro pronto, preparar el petate e ir a recoger a los compañeros, Pitxi y Mery Joe, el resto (Néstor, Raúl, Mariano y Joseba) han salido antes para ir recogiendo los dorsales. Llegamos a Cabezón de la Sal a las 8 de la tarde, el ambiente ciclista se respira por todas partes. Sin apenas tiempo nos dirigimos al cuartel general que nos ha conseguido Pitxi, un albergue en Cobreces, un lugar tranquilo dónde disponemos de espacio de sobra para instalarnos. Cena copiosa, alguno se asombra de toda la comida que me entra, si es que yo soy delgado pero engaño, regalarme un traje resulta más barato... jajaja!!
Un paseo por el pueblo a bajar la cena y a celebrar el cumple de Pitxi y pronto a la cama que hay que madrugar...
Sábado, 5,45 a.m. empieza lo que se será un día muy intenso, desayuno abundante, vestirse de romano y a la línea de meta. Entre unas cosas y otras nos retrasamos y acabamos situándonos de los últimos, para no variar, como no vamos a hacer tiempo no nos importa. Suena el cohete que da comienzo a la marcha, casi 20 minutos después pasamos por la alfombra nosotros, el ambiente es espectacular, esta prueba no tiene nada que envidiar a la QH, vaya gentío!!
Los primeros kilómetros de la marcha pasando a gente, mucha gente... Primer repecho para ir calentado, quitar plato e ir aleccionando a las piernas para lo que les espera el resto de la jornada. En la primera subida técnica, La Cocina, primer embotellamiento, estamos más de 4000 bikers y se nota. Toca poner pie al suelo, aprovecho para soltar lastre y se me escapan los compañeros, intento montar en bici pero es imposible, seguiremos andando. Arriba consigo volver a rodar, enganchamos con la subida a las Cuevas del Soplao. Arriba reagrupamiento, primer avituallamiento y bajada, luego llanear hasta la subida al Monte AA, que con sus rampas del 23%, ponen a cada uno en su sitio. Lo más duro está en la parte rayada de cemento pero nada exagerado y además, con los ánimos de la gente allí congregada, se sube por inercia. A partir de aquí empieza a dispersarse el grupo tanto que en la primera subida al Moral ya nos hemos dividido y más aún cuando Pitxi decide parar a quitarse ropa. A partir de ahí nos quedamos solos. Reanudamos la marcha, parece que algo no va bien, yo sigo regulando que esto es muy largo pero a Pitxi le cuesta seguirme, después de unos kilómetros lo confirmamos, el tío del mazo ha ido a visitarle, que oportuno... Los kilómetros pasan y la subida en cuestión empieza a hacérsele eterno a mi compañero hasta el punto de que empieza a dar síntomas de agotamiento mental, en resúmen, que le empieza a rondar la cabeza la idea del abandono, estamos hablando del km. 72 o así, nos queda una eternidad todavía, pero no sabe con quién ha topado, yo soy como los Rangers jajaja!! no abandono a uno de los míos así que le quito la idea de la cabeza y tiramos para adelante. A partir de aquí Pitxi fraguará su propia gesta. Me viene a la mente aquella vez en la Irati cuando me pasó a mi y tuve a un amigo que estuvo conmigo y no me dejó caer, Javi, y ahora estoy haciendo yo lo mismo, esto es el ciclismo, sufrimiento y compañerismo a raudales.
Culminamos la subida del Moral, paramos en el avituallamiento siguiente, atravesamos Barcena Mayor, saludamos al profesional Ventoso que andaba por allí, en la subida de a Cruz de Fuentes, Palombera y Venta Vieja se suceden las ideas por la cabeza de Pitxi de abandonar pero yo insisto en que no, creo en su capacidad para terminar la marcha y el tiempo me dará la razón. Afrontamos la segunda subida al Moral, parece que mi compañero va mejorando. O eso o es que la idea de que queda menos le va animando. Paramos a echar aceite a mi bici y Reflex a sus rodillas y nos encaminamos, bajo el calor de los aplausos del público ante la última subida, los primeros kilómetros subo tranquilo, llevando el ritmo, pero pactamos que a media subida Pitxi me dará vía libre para explayarme y así lo hago, cuando faltan 4 kilómetros hago mi propia crono-escalada, pasando a gente con el plato mediano y gustándome durante la ascensión, de hecho en los últimos metros me doy cuenta de que llevo a dos chicos detrás mío. Uno me agradece que le haya subido hasta arriba y el otro me da un relevo, en los últimos metros aprieto y termino la subida a gusto, parece que ya me he desquitado un poco jajaja!!! Bebo un poco de agua y aprovecho a sacar unas fotos a los compañeros que van pasando hasta que llega Pitxi y le inmortalizo. Nos abrochamos los maillots y nos tiramos para abajo sabiendo que ya está casi hecho, una última trampa a modo de repechos y llegamos al Parque Natural que nos enlazará a la carretera, lo vamos a conseguir. Yo he ido a un ritmo tranquilo esperando a mi compañero así que cuando me propone acabar la marcha en modo carretera no lo dudo, pongo el plato bajo al piñón pequeño y empiezo a darle marcha al asunto, entramos en el tramo de asfalto y empezamos a pasar a gente a ritmo de crucero (35-40 km/hora) animando a la gente a que se enganche, me da algún relevo Pitxi y seguimos a toda pastilla, a un kilómetro de llegar un espabilado intenta hacerme la del chepas y se adelanta pero con un par le vuelvo a pillar, le recrimino la actitud, y no fui el único, y me pongo a liderar la grupeta de nuevo. Estoy asombrado, después de 12 horas en bici y acabando a lo grande, últimos metros, curva contra-curva y entramos en meta. El gentío allí congregado es brutal, hace 6 horas que llegaron los primeros y todavía la gente sigue aplaudiendo a rabiar, me encanta esta gente. Tomar un refrigerio y recibir el agradecimiento de algunos de lo que hemos traído a meta. Llamar a casa, somos finisher, sanos y salvos. Y lo más importante mi compañero lo ha conseguido, ha sabido sobreponerse y acabar, me hace más ilusión acabar así la marcha, según las circunstancias, que haber hecho unas horas menos. Ahora a comer un poco, cambiarnos rápidamente, coger el coche y vuelta para Vitoria.
Domingo 1 a.m., entro por la puerta de casa, tengo sueño, se acaba una jornada bastante intensa , a dormir...
DATOS DE LA PRUEBA
Aquí os dejo unos cuantos de la prueba, el track más detallado lo podéis ver pinchando en el título del post:
- Tiempo según la organización: 12 horas y 10 minutos
- Puesto: 1635
- Calorías consumidas: 5888 cal.
LA ORGANIZACIÓN
Mira que he estado en pruebas, marchas... pero esta se ha llevado la palma, de 10. Desde la gente que animaba hasta los del avituallamiento, Protección Civil... en todo momento me sentí protegido, gracias.

2 comentarios:

Iñaki dijo...

Me has hecho sentir unas sensaciones, como si fuese yo, el que iba a tu lado. Grande, muy grade Dandy.
Un saludo

DANDY dijo...

Gracias Iñaki, un saludo!!!