27 octubre, 2014

VEROÑO

Veroño, dícese de aquella estación transición entre el verano y el otoño, no se si existe la palabra, no me he parado a buscarlo pero es lo más parecido a lo que estamos viviendo estas últimas semanas, con un tiempo inusual en la zona a estas alturas de la temporada estoy aprovechando este balcón, que no ventana, de tiempo así que, al igual que la semana anterior, repetí sesiones de running el martes, con 11 km a trote, a ratos al galope más bien, con la grupetta de Martín Fiz y con la compañía de Ekaitz. Ciclismo el viernes, sábado y domingo.
El viernes por la tarde, en ayunas, salgo raudo y veloz al encuentro de mi amigo Edu (Yayo) que tenía planeada una salida vespertina de un par de hora que me venía que ni al pelo así que disfrutando de su compañía y buena conversación cumplimos la tarde con la rutinaria Vuelta a Izarra esta vez volviendo por el Puerto de Aiurdín. El cielo se torna negruzco a última hora pero libramos la lluvia sin gran dificultad.
La jornada siguiente con la grupetta sabatina en la última cita del calendario, por una cosa u otra este año no he conseguido enlazar varias etapas, sólo al final. Con más tranquilidad de lo habitual cumplimos la mañana de charleta a un ritmo constante en 105 km y 30,5 de media. Sin dificultades montañosas, exceptuando los repechos de Montevite, Igay y Salinillas de Buradón, disfrutamos de una fresca y soleada mañana de Octubre.
Y el domingo, a deshora, por segunda vez consecutiva, realizo una suave sesión de 2 horas y media por mi zona habitual de entreno, el Sur de la ciudad. Esos días que dicen los "pros" de recuperación activa y que tan bien saben con Lorenzo acompañando la mañana.
La verdad, ahora que estoy enlazando tantas salidas en bici, da pena que se acabe el Veroño...

No hay comentarios: