Ya os he comentado en varias ocasiones que este mes de Junio se celebraba la Prueba Vitoria que organiza la Sociedad Ciclista Vitoriana. Se trata de una prueba dura con 250 km. y 7 puertos, no tiene nada que envidiar a la Quebrantahuesos, por cierto. Como supondréis yo no la hice (este año soy novato, el que viene ya veremos...) pero ahí va la crónica de lo sucedido:
"Este pasado sábado día 7 de Junio se celebró la XXVIII Prueba Cicloturista Vitoria, organizada por la Sociedad Ciclista Vitoriana y que dispuso de un recorrido novedoso, quizá ligeramente más duro que en ediciones anteriores, pero también más espectacular, discurriendo por 3 comunidades autónomas (País Vasco, Navarra y Castilla y León) y atravesando 7 puertos de montaña, entre ellos el mítico de Herrera, para un total de 259 kilómetros. 220 cicloturistas, llegados de varias comunidades autónomas (País Vasco, La Rioja, Navarra, Castilla y León, Aragón?) se dieron cita a primera hora de la mañana en los exteriores de los frontones de Mendizorroza, donde estaba situado el punto de salida, para afrontar esta prueba en una mañana fresca (10º) aunque sin lluvia.
A las siete de la mañana, se procedió a dar la salida. Con un buen ritmo y en medio de un gran ambiente, el grupo recorrió los primeros kilómetros. Así, se llegaba hasta las primeras estribaciones del Puerto de Opacua, donde poco a poco el pelotón se fue disgregando formándose varios grupitos. Tras el duro ascenso a Opacua, los cicloturistas se lanzaron en un descenso vertiginoso rumbo a Alsasua, aunque antes tuvieron que superar el Puerto de Urbasa. Era el kilómetro 80 y aún restaban 20 para el primer control de Avituallamiento de Abárzuza. En medio del camino estaba el Puerto de Lizarraga, aquí ya se notó que las fuerzas empezaban a gastarse. Lizarraga se hizo duro, pero tras coronar su cima, sólo restaba dejarse caer hasta Abárzuza.
En los frontones de la localidad navarra, población con notable tradición ciclista (cuna de José Miguel Etxebarri, manager general del equipo Caisse d¨Epargne) estaba situado el primer punto de control. Era el momento de sellar y recuperar fuerzas. En Abárzuza se encontraban esperando a los cicloturistas los hermanos Galdeano, Jesús y Francisco Javier, profesionales de la bicicleta entre las temporadas 55 a 62 el primero y 71 a 74 el menor.
Aprovechando el receso, la organización entregó un recuerdo por su colaboración al Ayuntamiento de Abárzuza que fue recogido por su alcalde Arturo San Martín Morras. También, se impuso un maillot al cicloturista local Javier Sainz por su promoción del deporte de la bicicleta.
Tras reponer fuerzas, los cicloturistas emprendieron camino hacia Oyón/Oion donde estaba situado el segundo control de avituallamiento, pero su discurrir no fue sencillo, ya que antes de llegar a la Rioja Alavesa hubo que sortear las duras rampas del Puerto de Codés y el Puerto de Lapoblación. Además, el viento que había sido benevolente durante la primera parte de la prueba, poco a poco se volvió en su contra haciendo todavía más duro el rodar de los cicloturistas.
En Oion, en las instalaciones del Frontón Arroyo I, se situó el segundo punto de control. En grupos pequeños y cada vez más espaciados fueron llegando los cicloturistas. Era el kilómetro 192, se había cubierto gran parte de la prueba pero todavía quedaba lo más duro y las fuerzas cada vez estaban más justas, por ello descansar y reponer energías se hizo más necesario que nunca.
En la villa alavesa, recibiendo a los cicloturistas se encontraban Alberto Ortega, Alcalde de Oyón/ Oion, acompañado del Concejal de Obras y Servicios José Antonio Tarragona. Estos, impusieron un maillot acreditativo al cicloturista más joven, el riojano Néstor Goicoechea de 21 años y perteneciente al C.C. Harense. La organización, por su parte, hizo entrega de un recuerdo por su colaboración con la prueba al alcalde y edil de Oyón/Oion.
Con las fuerzas muy justas se afrontó el último tramo, en pequeños grupos o de forma individual cada cicloturista encaró de la mejor manera los últimos kilómetros. En la mente de todos ellos estaban las duras rampas de Herrera, fue el momento de regular, de meter todo el desarrollo, de exprimirse la máximo y agotar casi las últimas reservas. Desde la cima riojana - alavesa se divisará Vitoria - Gasteiz, pero aún quedaba la trampita del Alto de Zaldiaran.
Después de muchos kilómetros y tanto esfuerzo, la última tachuela se convirtió casi en un coloso pirenaico, pero al fondo los frontones de Mendizorroza esperaban la llegada de los cicloturistas. Poco a poco, casi a cuenta gotas fueron arribando los ciclistas, en su rostro se reflejaba el esfuerzo realizado pero también la satisfacción de haber concluido la prueba. Todos, recibieron una medalla en bronce acreditativa de su participación en la prueba, una botella de vino de Rioja Alavesa y un maillot ciclista.
Al final de la prueba la organización se mostró muy satisfecha de cómo había trascurrido la misma y del número de participantes, teniendo en cuenta las características de la prueba y las malas condiciones climatológicas de las últimas semanas que ha retrasado la puesta en marcha de muchos cicloturistas. La edición del 2009 ya está en marcha."
A las siete de la mañana, se procedió a dar la salida. Con un buen ritmo y en medio de un gran ambiente, el grupo recorrió los primeros kilómetros. Así, se llegaba hasta las primeras estribaciones del Puerto de Opacua, donde poco a poco el pelotón se fue disgregando formándose varios grupitos. Tras el duro ascenso a Opacua, los cicloturistas se lanzaron en un descenso vertiginoso rumbo a Alsasua, aunque antes tuvieron que superar el Puerto de Urbasa. Era el kilómetro 80 y aún restaban 20 para el primer control de Avituallamiento de Abárzuza. En medio del camino estaba el Puerto de Lizarraga, aquí ya se notó que las fuerzas empezaban a gastarse. Lizarraga se hizo duro, pero tras coronar su cima, sólo restaba dejarse caer hasta Abárzuza.
En los frontones de la localidad navarra, población con notable tradición ciclista (cuna de José Miguel Etxebarri, manager general del equipo Caisse d¨Epargne) estaba situado el primer punto de control. Era el momento de sellar y recuperar fuerzas. En Abárzuza se encontraban esperando a los cicloturistas los hermanos Galdeano, Jesús y Francisco Javier, profesionales de la bicicleta entre las temporadas 55 a 62 el primero y 71 a 74 el menor.
Aprovechando el receso, la organización entregó un recuerdo por su colaboración al Ayuntamiento de Abárzuza que fue recogido por su alcalde Arturo San Martín Morras. También, se impuso un maillot al cicloturista local Javier Sainz por su promoción del deporte de la bicicleta.
Tras reponer fuerzas, los cicloturistas emprendieron camino hacia Oyón/Oion donde estaba situado el segundo control de avituallamiento, pero su discurrir no fue sencillo, ya que antes de llegar a la Rioja Alavesa hubo que sortear las duras rampas del Puerto de Codés y el Puerto de Lapoblación. Además, el viento que había sido benevolente durante la primera parte de la prueba, poco a poco se volvió en su contra haciendo todavía más duro el rodar de los cicloturistas.
En Oion, en las instalaciones del Frontón Arroyo I, se situó el segundo punto de control. En grupos pequeños y cada vez más espaciados fueron llegando los cicloturistas. Era el kilómetro 192, se había cubierto gran parte de la prueba pero todavía quedaba lo más duro y las fuerzas cada vez estaban más justas, por ello descansar y reponer energías se hizo más necesario que nunca.
En la villa alavesa, recibiendo a los cicloturistas se encontraban Alberto Ortega, Alcalde de Oyón/ Oion, acompañado del Concejal de Obras y Servicios José Antonio Tarragona. Estos, impusieron un maillot acreditativo al cicloturista más joven, el riojano Néstor Goicoechea de 21 años y perteneciente al C.C. Harense. La organización, por su parte, hizo entrega de un recuerdo por su colaboración con la prueba al alcalde y edil de Oyón/Oion.
Con las fuerzas muy justas se afrontó el último tramo, en pequeños grupos o de forma individual cada cicloturista encaró de la mejor manera los últimos kilómetros. En la mente de todos ellos estaban las duras rampas de Herrera, fue el momento de regular, de meter todo el desarrollo, de exprimirse la máximo y agotar casi las últimas reservas. Desde la cima riojana - alavesa se divisará Vitoria - Gasteiz, pero aún quedaba la trampita del Alto de Zaldiaran.
Después de muchos kilómetros y tanto esfuerzo, la última tachuela se convirtió casi en un coloso pirenaico, pero al fondo los frontones de Mendizorroza esperaban la llegada de los cicloturistas. Poco a poco, casi a cuenta gotas fueron arribando los ciclistas, en su rostro se reflejaba el esfuerzo realizado pero también la satisfacción de haber concluido la prueba. Todos, recibieron una medalla en bronce acreditativa de su participación en la prueba, una botella de vino de Rioja Alavesa y un maillot ciclista.
Al final de la prueba la organización se mostró muy satisfecha de cómo había trascurrido la misma y del número de participantes, teniendo en cuenta las características de la prueba y las malas condiciones climatológicas de las últimas semanas que ha retrasado la puesta en marcha de muchos cicloturistas. La edición del 2009 ya está en marcha."
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