Amanece el día con aroma a Sur, veraniego total, desayuno copioso, el día se prevé intenso. Vestir de corto y directo a la salida, hoy se celebra una nueva edición de la Prueba Vitoria y allí que vamos con nuestro discontinuo entrenamiento y 3.000 km. de fondo en las piernas que esperamos sean suficientes para disfrutar que es a lo que principalmente va uno a este tipo de eventos.
Recuerdo aquellas ediciones con el goteo de participantes poniendo rumbo a los 250 km. de recorrido sin el abrigo de un arco de salida. Otros tiempos al más puro estilo brevet. Hoy la prueba luce sponsor principal con BH, hay feria el día anterior, actividades simultaneas para niños y familiares, hasta speaker, como cambian los tiempos, me hago viejo por momentos.
Con los típicos nervios de siempre, rodeado de otros 620 compañeros entusiastas del pedal, en la alfombra roja destino al puro cicloturismo, la esencia del deporte, en forma de evento organizado por mi sociedad, La Vitoriana, con el mismo entusiasmo de toda la vida, eso no hay nada que lo cambie.
Trato cercano al participante, voluntarios por doquier, señas de identidad de un grupo de personas que dejan su alma en cuidar a los esforzados ciclistas, esto es la Prueba Vitoria, esto y 203 km. por bellos parajes de la provincia de Álava y casi 3.000 mts. de desnivel acumulado.
Cada uno con su propia batalla interior con la idea de completar un exigente recorrido en un día caluroso, el 40% del total ha de acabar recortando, decisión inteligente, hay que pensar que se trata de pasarlo bien y no sufrir en exceso.
En mi caso, acompañado de varios integrantes de la grupetta habitual realizamos el recorrido en apenas 7 horas rozando la treintena de media de velocidad. Rodando con el grupo de cabeza hasta mitad de recorrido, de ahí en adelante a nuestro ritmo.
En Herrera, la cima estrella del día, algunos se aprietan, otros padecen, yo subo tranquilo, es más, no tengo reparos en parar a mitad de puerto en la zona de asistencia técnica y aprovechar a revisar algunos ajustes. Mientras los chicos de RBR Bikes (muchas gracias!!) cuidan de mi bici aprovecho a correr, de arriba a abajo, repartiendo agua a compañeros que van pasando.
No hay crono que valga en este tipo de pruebas, soy un clásico de esto, prefiero completar el recorrido en el menor tiempo posible sin dilapidar fuerzas a mitad de prueba e hipotecar el disfrute final de llegar entero.
Y así es, entre risas acabamos la jornada, nos espera una deliciosa paella recién cocinada a nuestra llegada a meta.
Cerveza gratis, buena compañía, comentar la jugada, de eso se trata, de vivir una jornada de deporte entre amigos en un ambiente de lo más familiar.
Ahora solo queda esperar un año para volver a participar de este gran evento. Desde aquí mi agradecimiento a toda la organización, un día espectacular.
Sol, bici, verano... Objetivo cumplido.
#pruebavitoria
#bh
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