03 junio, 2019

AVANCE

Por fin, avance significativo esta semana. De domingo a miércoles nada, me viene bien por una vez, así descanso del palizón de la Orbea Gran Fondo.
El jueves me animo a correr un rato a mediodía por el bosque de Armentia, media horita pasada de sube y baja entre senderos, el viernes por la tarde (primera vez en este año) un paseo de un par de horas para activar el pedaleo de cara al sábado que toca etapa "unipuerto", San Miguel de Aralar.
Madrugando, 7.30 am, unos cuantos compañeros, en viaje de ida y vuelta, para coronar esta cima mítica del ciclismo, no iba por allí desde que hice la primera edición de la marcha de Pamplona. Día caluroso y ventoso. La ida a relevos, la ascensión a ritmito, cada uno al suyo, me adelanto al resto, llevar el 25 te acaba obligando a apretar por narices, hay que ponerse de pie para no caerse, vaya rampones, hay muchos 28 y 30 por la grupetta, se lleva lo de la cadencia... El último kilómetro ya suave, que no nos cronometra nadie, con mi amigo Asier, un ciclista de los de antes, elegante en el pedaleo y las formas, un placer, la verdad. Coronamos y foto para el recuerdo. Lástima tener que volver por el mismo sitio... Esta subida bien merece la pena conocer pero la bajada... Dos pinchazos de dos compañeros, asfalto agrietado... Peligroso.
A la vuelta el viento no ayuda nada, aquí sí que sufro yo, entre mi peso y la bici aero… Pero a relevos, unos más y otros menos, acabamos cumpliendo con los 30 de media y 150 km. pasados, bonita jornada de cicloturismo.
El domingo amanezco reventado, para no variar, y a media mañana me obligo a rodar un par de horas con tres puertos a ritmo suave. Viene bien soltar patas.
No hay que quejarse, cuatro días seguidos no son lo normal así que bien aprovechados que están.
#nadieentrena
#reventaoperocontento

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