Carta de sus compañeros a Iñaki Isasi

Experiencias que hemos podido vivir tus compañeros de Euskaltel-Euskadi y de la grupeta Euskalduna.

Redactado por Pedro Horrillo.

Amigo Isasi,

Ya te lo dijo Azanza al enterarse de la noticia: ¿Qué prefieres, comerte un látigo o un bocata en el coche? Lo tenías claro y no dudaste en decidirte (látigos, mocos y otras cosas repugnantes, ya has comido muchos, así que no está mal cambiar el menú), y muchos de nosotros hubiésemos tomado la misma decisión; así que enhorabuena de nuestra parte por tu suerte, y a partir de ahora, no nos hagas arrepentirnos de estas palabras.

Ahora toca decirte que te echaremos de menos. Pero no, por suerte no te vamos a echar de menos como a otros porque te vamos a tener a nuestro lado. Esto no es un adiós -ni siquiera un hasta luego- porque vas a seguir ahí cerca, tras saltar de los pedales al coche, y podremos seguir oyendo tus consejos (o tus gritos según el momento) a través de los pinganillos, si es que la UCI nos deja. Si no, ya bajaremos al coche a visitarte, y seguro que no te olvidarás de darnos entonces lo que más necesitamos, ya sea un consejo, un ánimo, una coca-cola o un ¡mecaguenlaputa!, esperemos que esto último no abunde.

Sabes bien, porque muchos te le hemos hecho saber personalmente, que siempre has sido un ejemplo para todos nosotros; un profesional de los píes a la cabeza, un consejero y un ejemplo a seguir. Un tío seguro, todoterreno, con visión de carrera y en el que siempre podías confiar, pues siempre estabas donde se te necesitaba. Has sido siempre un compañero, pero también un profesor, así que apartir de ahora no dejes de ser ambas cosas. Te tocará pasar informes a Igor, pero bueno… esto no es nada nuevo pues antes ya te tocaba (y ya nos gustaría saber que le contabas, pelotero, chivato, jeje) así que acuerdate entonces de todo lo que has vivido entre nosotros y de cómo se vive el mundo desde la bici. No te resultará difícil, eso seguro.

Eras un tío tranquilo y respetuoso, educado y de apariencia tranquila y sumisa. Pero eso sí, que no te tocasen los huevos, que entonces salía el tigre que llevabas dentro. Lo sabe bien Cavendish o algún conductor que tuvo la osadía de meterse contigo. Pero ante todo eras un tío alegre, que disfrutabas y hacías disfrutar a los demás del trabajo sin distinción ninguna. Los que consiguieron éxitos con el equipo saben bien que parte de ese éxito era mérito tuyo, que se lo pregunten a Mayo, a Laiseka, a David, a Samu o a Fuji, entre otros. Un tío sano, sin favoritismos. Un ejemplo para todos los que empezamos de chavales y aprendimos el oficio a tu lado.

Seguiste la estirpe familiar en el ciclismo. Y seguro que tu familia y amigos están orgullosos del camino que has llevado, haciéndoles disfrutar tanto como tú lo has hecho. Por ejemplo a tu hermano, que se quedó a las puertas de dar el salto, seguro que le has hecho disfrutar muchísimo de lo que él no tuvo la suerte de conseguir.

Y en estos años nos has dejado ver muchas facetas de tu personalidad. Hemos conocido al Graham Watson que llevas dentro, captando los momentos embarazosos de tus compañeros, mejor que no te mancharas con un yogurt al agitarlo…, o al Kristian Pielhoff, el de Bricomanía, con ese excelente tacto y habilidad para reparar, decorar o tunear los cascos, zapatillas o lo que tocase en ese momento de tus compañeros.

Ahora conoceremos a otro Isasi más, al Rjis, al Manolo o al Bruyneel que llevas dentro. Y no nos cabe ninguna duda de que sabrás tratarnos bien y con respeto, como siempre has sabido hacer.

Así que te deseamos lo mejor en tu nueva vida, por tu bien y por el nuestro. Seguirás siendo el amigo y el compañero de todos estos años. Y aunque te toque sentarte en la mesa de al lado y mirarnos de reojo, no olvides que te queremos y que siempre serás Nuestro Iñaki Isasi, así con mayúsculas.

¡Suerte amigo!

Con la colaboración de El Pedal de Frodo

-By Biciclismo-