06 septiembre, 2011

SALIDA CON LA SCV, DE NUEVO...

Sábado tristón y lluvioso, se fastidiaron los planes así que hago 45 minutos de rodillo. Si, habéis leído bien, parece que el verano se acaba y he decidido "rescatar" este invento que será bastante familiar dentro de poco... Amanece el domingo con mejor pinta, pero con las nubes acechando a lo lejos. Nos arriesgamos. El plan de ayer coincide con la salida de la SCV de hoy así que nos apuntamos a la ruta. Vuelta a salir con la sociedad, esta temporada mi presencia ha sido más bien escasa, no se puede estar a todo, el tiempo no da para más, hay que cumplir en muchos frentes.
En la salida reencuentro con los compañeros, saludos. Allí me reuno también con dos invitados que traigo hoy: Tinín y Patxi. Quieren conocer el ambiente de este tipo de salidas. Me toca hacer de anfitrión así que nos ponemos a cola y tomamos dirección al Puerto Vitoria, el primer col del día. Se sube tranquilo pero es inevitable que se aumente el ritmo en los últimos metros de ascensión. Tinín se despista y se queda un poco descolgado, toca esperar y pegarse un calentón para enlazar. Primera lección aprendida. A partir de aquí se baja un poco el ritmo. Disfrutamos dentro del pelotón, pasan los kilómetros. Algún susto que provoca casi una montonera, se queda en susto la cosa, mejor no ahondar en este tema. Charlando con Javi Txiki, M.A., Gorka, Carlos, Joselito, el italiano, J.J... vamos llegando al cruce que nos llevará a Labastida, no sin antes, superar el repecho del 10% de bienvenida al pueblo. Parada a firmar la salida y nos adelantamos un poco al grupo principal para subir tranquilos el coco del día, el Puerto de Herrera. Primeras rampas exigentes, no da apenas tregua, me adelanto con Asier y pasados los repechos iniciales sigo solo hasta arriba. Paro a esperar al resto y aprovecho para comer y abrigarme. Negros nubarrones se ciernen sobre nuestras cabezas pero de momento respeta. Arriba van llegando el resto. Otro primera para la buchaca. Comenzamos la bajada hasta Peñacerrada y de ahí directos por el Puerto de Vitoria, no está la cosa para alargar kilómetros, la lluvia amenaza. Es llegar a casa y ver desde la ventana como al poco tiempo empieza a llover, al final hemos librado el día. Un día con buena compañía, sin lluvia, con 106 kilómetros en la buchaca y habiendo subido el puerto que me faltaba esta temporada, quién da más?

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