SALIDA VITORIA-LAGRAN

Después de una semana gris y lluviosa la suerte apareció detrás de mi ventana. Son las 8 de la mañana, nueva salida, no llueve. Según el calendario de salidas tocaba una etapa de transición, pronto me di cuenta de que no iba a ser así. Salimos dirección Zaldiaran, primera cota del día, el pelotón marcha ligero, las primeras rampas del puerto van haciendo, como Darwin diría "selección natural", y para mi gusto vamos demasiado ligeros. Seguimos el ascenso, los de delante no aminoran. Subiendo a 22 por hora uno se arranca a cantar el chiki-chiki y a mi me empieza a sobrar ropa. Coronamos y comienza la bajada. El asfalto, por las zonas sombrías, está mojado o sea que bajo más despacio todavía de lo que suelo hacerlo. Todo lo que he ganado subiendo lo empiezo a perder. La cabeza del pelotón se ha distanciado y los de atrás empiezan a pasarme. Llegamos abajo y comienza el segundo calentón del día, hay que enlazar, veo a lo lejos que mi grupo me espera, con todo metido intento tirar para adelante pero no consigo pillarles. Hace viento en contra, me he quedado sólo y no veo ningún grupo por detrás. Empiezo a darme cuenta de que la etapa de hoy no va a ser de transición como yo pensaba. Aprieto los dientes y sigo tirando, el corazón a mil, de repente me pasa un grupo, y va uno de los míos, me engancho como puedo y a recuperar un poquito. No es mi grupo y se nota, pronto empiezo a notar las quejas (que si tira un poco, que si dejame entrar a rueda...) y yo que, ya sabeis, no puedo frenar el nervio (con el tiempo lo conseguiré), cojo y me ponga en cabeza del "pelotón de perseguidores". Un par de kilómetros y enlazamos, por fín, ahora si puedo recuperar un poquito. Seguimos llaneando con viento en contra pero dentro del pelotón voy protegido y tranquilo, o eso creía, porque de repente se abre un claro dentro del grupo y zas!! aparece un bache en la carretera y adivinad quién fue a parar a el, efectivamente habeis acertado, el menda. A los 100 metros comienza el ruidito, miro hacia abajo y lo que me temía he reventado la cubierta. Frenazo en seco y manos a la obra. Una vez metido en faena empiezan a llegar los compañeros, se han dado cuenta que faltaba y han regresado a por mi (hoy pago yo las coca-colas del almuerzo, qué menos!!). Me ayudan a cambiar la cubierta y pista!!. Salimos dirección Lagrán, lugar de firmas del día de hoy, y tras unos cuantos kilómetros de sube y baja coronamos un puertecito y a dejarse caer hasta el bar. Cumplo lo prometido y tras un par de barritas y la firma correspondiente salimos con celeridad. Nos espera un falso llano hasta Peñacerrada y después piano piano hasta Ventas de Armentia. Aquí aprovecha Miguel para esperarnos ya que andaba escapado con la cabeza del pelotón. Los kilómetros empiezan a pesar y el trasero empieza a quejarse. Nos acercamos al cruce y decidimos variar la ruta de regreso a Vitoria, volveremos por Zaldiaran otra vez. Pasados unos kilómetros comenzamos la ascensión. Aunque ha sido un día raro entre calentones y pinchazos, en vez de quedarme a rueda y esperar a que acabe la jornada, no quiero quedarme con mal sabor de boca y decido encabezar la ascensión. No ando fino pero intento subir ligero para ir cogiendo pierna para otros días. Coronamos Javi y yo, esperamos al resto y una vez agrupados reanudamos la marcha. Bajada de Zaldiaran. Conozco este puerto bien y consigo hacer una bajada decente. No pierdo de vista la rueda que me precede. Una vez en el llano comienzan las despedidas. El grupo se divide en dos y, despues de 92 km., cada mochuelo a su olivo. Moraleja: Nunca las salidas son lo que parecen a simple vista en el calendario.