07 octubre, 2019

PR

PR que para los más habituados al Strava sería la abreviatura de Personal Record (para que se entienda, el mejor de todos los registros de tiempo de un segmento/tramo por el que has pasado varias veces,) en este caso no tendría nada que ver, es más, todo lo contrario, estaríamos hablando en mi caso de Peor Registro, os cuento...
Semana laboral habitual, esta vez dos sesiones de ejercicio, martes y jueves, corriendo a pie los 25/30 minutos de rigor y en modo nocturno, a las 9 de la noche, a esas horas no me quedan ganas de alargar mucho el entrenamiento, me viene bien para desconectar y mantener el tipo aunque los que me conocéis en persona ya sabéis que no tengo mucho problema con esto último.
Llega el finde y vuelvo a salir con la grupetta, 3 semanas después, con sus 21 días incluidos. Se lo que me espera, es lo que hay, sufrir, que desagradecido es este deporte, en cuanto lo dejas un poco la forma que tenías sabe Dios donde se quedó...
Y no me confundo, salida rápida (sale hasta una copa de esas en el Strava), repechos de Clásica total hasta llegar a Etxaguen, ya voy a cola de grupo, tregua hasta llegar a la bajada de Barazar, aprovecho a comer, hoy me va a hacer falta, de ahí subir Lamindao con sus porcentajes de dos dígitos, arriba me espera el resto. Sin tiempo para descansar mucho toca enlazar con la subida a Dima, subimos en dos grupos y un servidor a cola del último. Dirección Ochandiano, subir de nuevo, ahora toca Olaeta, otra subida de dos dígitos, otra vez a apretar, aquí cuento con un gregario de lujo que me lleva hasta arriba, gracias!! Untzilla, otro puerto corto pero intenso, ya no sé cuantas barritas y geles llevo... Y todavía queda subir él último, Salinas de Léniz, no miro ni el porcentaje, me acostumbro a ver más del 10%, menos mal que otro compañero me acerca en los últimos metros, que digo compañero!! otro amigo.
Con todo esto ya sólo quedaba el llano hasta Vitoria por la zona del pantano pero no contaba con que apareciese un chaval vestido del Euskadi que se acopló a nosotros e hizo que la velocidad subiese aún más, el grupo se corta y yo, al estar a cola, también acabo haciéndolo así que llegamos un poco desperdigados a Vitoria. Ya reagrupados en la ciudad damos por concluida la intensa jornada con 125 km. y 2.000 mts. de desnivel acumulados y, en mi caso, con una media de 26 km/h que da fe de lo despacio que subí respecto al resto, eso sí, tres semanas después, completé el recorrido una vez más.
No hay otra manera, unos días toca sufrir y otros disfrutar, hay que estar mentalizado, esto del ciclismo es así. Ya volverán los buenos días de nuevo, seguro.
El domingo salida suave a soltar piernas.
#nadieentrena
#reventao

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