31 marzo, 2014

VENDAVAL & ESTRENO

Fin de semana marcado por las intensas rachas de viento que hemos sufrido en la Llanada Alavesa. No hay tregua, si no es una cosa es otra, nunca llueve a gusto de todos...
Entre semana de lunes a miércoles nada de deporte, el jueves los 10 kms. de rigor, esta vez más ligeros de lo normal porque llovía y no era plan de empeorar el catarro que sigo arrastrando. El sábado excursión familiar así que salí en bici el viernes en solitario y el domingo con la grupetta:
VIERNES VENTOSO
Salir del trabajo, sin comer y sin perder el tiempo vestirme de romano y a dar a los pedales que ya tenía ganas después de tantos días. Nada más salir a la calle me doy cuenta de lo que me espera, habrá que remar porque sopla con ganas... Rachas de viento, lo mismo te daba de cara que de costado en la misma recta. Así que navegando con la Perla Negra, viento en popa a toda vela y a merced del viento me tiré toda la tarde, a ratos bien, a ratos mal. Logré sumar unos cuantos kilómetros, y eso que varias veces tuve la tentación de dar la vuelta y volver a casa, pero para dos horicas libres que tenía había que aprovechar, ya llegarán mejores tiempos. Con la cara colorada del esfuerzo y las piernas al Jerez cumplo la tarde de viernes.

DOMINGO DE ESTRENO
Último domingo de Marzo para celebrar la clásica salida del Nadie Entrena Team que solemos hacer a principios de temporada. Conseguimos juntar a unos cuantos, faltaron otros pocos pero cumplimos con el lema principal del grupo que es echarnos unas risas y disfrutar de la bicicleta. Unos con más entreno, otros con menos pero todos juntos durante unas horas, bajo un viento desalentador en ocasiones y favorable en otras logramos escapar de la temida lluvia amenazante durante 3 horitas de pura diversión. Engalanados con la indumentaria oficial, alguno hasta se cortó el pelo para la ocasión, otro se recorto la barba e incluso hubo uno que hasta le dio un repaso a la flaca y la dejó como nueva. Allí estaba el senshei, el pretoriano, el volcán de Barakaldo, el lost, el heavy, Gilbert, la croquetilla y un servidor. No estábamos todos presentes pero si en espíritu. Con un recorrido asequible para todo el personal, pintxo incluido, nos saltamos la regla de no parar por un día, y risas a raudales cumplimos con la centena de kilómetros y la Subida al Santuario de Oro como punto cúlmen del recorrido. Una mañana para repetir, sin duda. Como diría uno que yo me sé... Gracias muchachos!!

No hay comentarios: