PEDALIER 39

PEDALIER 39

ESFUERZO Y MOTIVACIÓN

Por Jon Beunza

La vida es una “carrera” en la que vamos aprendiendo desde el primer al último día. En mayor o menor medida se aprende de todos y de todo. Cargarse de experiencia es un equipaje útil y ligero, un “avituallamiento” sabio. Además, queramos o no, la manera de entender la sociedad actual nos obliga a ser competitivos. Todo son objetivos, metas, retos… Para poder enfrentarnos a todo esto hay dos palabras claves: esfuerzo y motivación.

De todo esto el ciclismo y los cicloturistas sabemos mucho. De entrada haber elegido la práctica de este deporte ya conlleva una afinidad con el esfuerzo y sacrificio. Hacer 100, o 200 kilómetros, subir un par de colosos… es algo que no se hace sin más, no es cosa de un día. Para lograrlo hay que prepararse, y esto obliga a tener una implicación directa con lo que queremos hacer.

Para llevar todo esto un poco mejor necesitamos motivación, esa fuerza interior que nos llena de ganas y de ilusión para llevar a cabo nuestros objetivos. Todos sabemos que sin esfuerzo y motivación el ciclismo no tendría sentido. Aprendemos a esforzarnos tanto por la satisfacción personal de encontrarnos mejor haciendo algo que nos gusta, como por lograr pequeñas recompensas. La satisfacción de posar junto al cartel de la cima de un puerto, atravesar una línea de llegada… Una gloria efímera que sólo dura unos instantes pero que compensa el tiempo dedicado para conseguirlo.

Y es que la Escuela de la vida y la escuela del ciclismo llevan caminos paralelos. Ser cicicloturista es ser luchador por naturaleza y eso es tremendamente bueno. Y me hago una pregunta, si en este país fuésemos muchos más cicloturistas, ¿todo iría mejor?