09 marzo, 2015

ON THE ROAD

On the road, again, 41 días después me vuelvo a subir a la bicicleta para rodar unos cuantos kilómetros, este finde he aprovechado para retomar las salidas en bici y empezar a sumar fondo, ya estamos en Marzo... Entre semana el miércoles, como casi siempre, bien avanzada la noche y bajo un ligero xirimiri, me dedico a realizar una una sesión de 40 minutos de carrera a pie, logro batir a la pereza y acabo disfrutando de un entreno nocturno por la zona universitaria.
El viernes por la tarde salida en bici a ritmo tranquilo, disfrutando del sol, que por fin ha tenido la decencia de volver a aparecer. Recorriendo parte de la Llanada Alavesa, charlando y saboreando un refrigerio a última hora en la localidad de Zurbano. Cumplimos con 2 horas y media.
 
Llega el sábado y toca salida con la grupetta, afluencia masiva, Lorenzo acompaña y nadie se lo quiere perder. Ritmo alegre desde el principio, mantenido, alguna escaramuza diviso de lejos a lo largo de la mañana, desde cola de pelotón se ven las cosas de otra manera, quitando que entro a los relevos varias veces el resto de la jornada me cuesta mantener la última fila. Menos mal que gracias a los cables que me echaron Mikel, Emilio y David pude acabar dignamente la mañana. Todos juntos de principio a fin disfrutamos del gran pelotón reunido en la jornada sabatina. En mi caso en las subidas al Puerto de Zubizabal, Alto de Zárate, Etxaguen y Manurga apreté los dientes más de lo normal, la inactividad se paga, en esto del ciclismo poco misterio hay. Llegamos a Vitoria con 30 de media y Gorka y yo alargamos hasta las 5 horas subiendo el Puerto de Zaldiaran, hoy dispongo de tiempo y tengo que ir recuperando los kilómetros perdidos.
El domingo tercera y útlima jornada seguida montando en bici de carretera, 4 horas y media, casi calcando el recorrido del día anterior, sin Zubizabal ni Zaldiaran de postre, con bastante menos compañía y un molesto viento de última hora. Quitando la subida a Etxaguen, que me tocó ir tirando del grupo junto a Jorge y llegué a poner el motor a 190 ppm., el resto de la mañana sin forzar en demasía e incluso metiéndome en los sprints de Foronda y llegando a Gobeo.
 
Finde intenso el elegido para el regreso a la carretera, cumplo con 12 horas, 310 kilómetros y unos cuantos metros de desnivel acumulando.

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