Con esto del verano se me acumula el trabajo. Aquí tenéis las mini-crónicas del fin de semana del 15 de Agosto, llamado comúnmente como el de la Virgen, en el que hubo dos salidas de la SCV y allí que nos plantamos para realizarlas.
SÁBADO 15/08/09
Ahora en Agosto las rutas bajan la intensidad kilométrica, entre otras cosas, porque se juntan los grupos A y B de la sociedad. Con este premisa esperaba encontrarme con poca gente en la salida pero cuál fue mi sorpresa al llegar cuando vi un nutrido grupo de compañeros esperando, en estos pequeños detalles me da a mi que se nota la crisis y que todos hemos reducido nuestros días de vacaciones fuera de Vitoria, no creéis??
Al principio rodamos con tranquilidad dirección Otazu pero al llegar a los repechos de Mendiola el pelotón empezó a estirarse. Después de un calentón de piernas conseguí engancharme a los de delante y empezar la subida al Puerto de Vitoria a un ritmo exigente (26 km/hora). Sufrir un rato, coronar y para abajo con otros 4 compañeros en lo que fue la "fuga" del día y que nos llevó a llegar adelantados al control de firmas en la localidad de La Puebla de Arganzón. Después del respiro habitual volvimos dirección Manzanos para retornar después a Nanclares y llegar hasta Vitoria a un ritmo más que alegre y con 85 kilómetros a cuestas.
DOMINGO 16/08/09
En la jornada dominical el tiempo volvió a respetar y el pelotón creció en número respecto al día anterior, cosa que no hacía más que confirmar mi teoría de que este año hemos acortado mucho las vacaciones todos.
Con un grupo tan nutrido el día se presentaba tranquilo pero como siempre, y aprovechando algún repecho, el pelotón comenzó a aumentar la velocidad y a duras penas conseguí aguantar el ritmo. En el Alto de Zubizabal ya se fragmentó por completo la cosa y conseguí mantener el ritmo y llegar en las primeras unidades hasta Ochandiano lugar de firmas del día. Una Coca-Cola y vuelta al tajo. Esta vez elegimos una ruta alternativa liderada por Genaro que nos llevó a subir Olaeta por el lado duro (la primera vez que lo subía por aquí, por cierto), de ahí bajar Cruceta hasta el desvío a la derecha, en plena bajada, que nos llevaba a enlazar a su vez con la subida a Azcoaga y de ahí otra subida hasta el Alto de Uncella del cual bajamos a Mondragón para, después de ver la carrera de aficionados que pasaba por allí, subir Arlabán tranquilamente y atravesar el pantano para llegar a Vitoria con 100 kms. a las espaldas.
Con este bagaje lo que está claro es que el lunes amanecí con las piernas bien calentitas, y si a eso sumamos los entrenos furtivos que ya os conté que hemos realizado esta semana, el diagnóstico es claro, este finde tocará sufrir.
P.D. Todas las fotos de estos días serán publicadas la semana que viene.
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