De vez en cuando me gusta curiosear en los blog de los colegas. El artículo de hoy seguro que os suena de lo que habla:
Que dura es la vida del ciclista.
Imaginaros lo que sería ser ciclista todos los días: Despertarse día sí, día también sobre las nueve de la mañana. Desayunar bien para coger fuerzas en previsión de lo que se avecina. Asomarse al balcón a la par que compruebas el termómetro, para decidir como te vas a vestir (en verano es más fácil; siempre de corto y alguna que otra vez el chaleco a la espalda). Llenar los bidones de agua, los bolsillos de comida y lanzarte a la carretera que te toque ese día a “trabajar” las series o los ritmo adecuados en cada momento.
Luego, claro está, están esos días en los que llueve o hace mal tiempo. O las carreteras llenas de coches con pocas ganas de alterar su trayectoria aunque te vean débil y frágil. O esos entrenos en los que se te sale el corazón por la boca y parece que las piernas te van a estallar de tanto ácido láctico que acumulas.
Pero siempre, por muy dura o larga que se te haga la salida, siempre, siempre, será más agradable que estar sentado horas delante de un ordenador en una oficina con luz y aire artificial. O cargando ladrillos en la obra, o montando piezas en una fábrica. O simplemente estar horas y horas colgado al teléfono.
Pues por esa razón; porque aprovecho la oportunidad de no tener que estar estos días en una oficina, hoy he vuelto a repetir la sesión de series de fuerza en la Creu y la serie en la autovía que ya hice la semana pasada. Aunque cuando he salido de casa no las tenía todas conmigo, da gusto volver con el trabajo hecho: 3h25, 100kms. y 218W medios.
Que sepáis que yo soy de la opinión que hay que hacer un poco de todo; ocio y trabajo. Ya que así aprendes a valorar más todo. Como dice un amigo; “si siempre comes caviar, de vez en cuando te gusta probar el pollo”.
Ref. http://passq77.wordpress.com/2010/01/26/que-dura-es-la-vida-del-ciclista/
Imaginaros lo que sería ser ciclista todos los días: Despertarse día sí, día también sobre las nueve de la mañana. Desayunar bien para coger fuerzas en previsión de lo que se avecina. Asomarse al balcón a la par que compruebas el termómetro, para decidir como te vas a vestir (en verano es más fácil; siempre de corto y alguna que otra vez el chaleco a la espalda). Llenar los bidones de agua, los bolsillos de comida y lanzarte a la carretera que te toque ese día a “trabajar” las series o los ritmo adecuados en cada momento.
Luego, claro está, están esos días en los que llueve o hace mal tiempo. O las carreteras llenas de coches con pocas ganas de alterar su trayectoria aunque te vean débil y frágil. O esos entrenos en los que se te sale el corazón por la boca y parece que las piernas te van a estallar de tanto ácido láctico que acumulas.
Pero siempre, por muy dura o larga que se te haga la salida, siempre, siempre, será más agradable que estar sentado horas delante de un ordenador en una oficina con luz y aire artificial. O cargando ladrillos en la obra, o montando piezas en una fábrica. O simplemente estar horas y horas colgado al teléfono.
Pues por esa razón; porque aprovecho la oportunidad de no tener que estar estos días en una oficina, hoy he vuelto a repetir la sesión de series de fuerza en la Creu y la serie en la autovía que ya hice la semana pasada. Aunque cuando he salido de casa no las tenía todas conmigo, da gusto volver con el trabajo hecho: 3h25, 100kms. y 218W medios.
Que sepáis que yo soy de la opinión que hay que hacer un poco de todo; ocio y trabajo. Ya que así aprendes a valorar más todo. Como dice un amigo; “si siempre comes caviar, de vez en cuando te gusta probar el pollo”.
Ref. http://passq77.wordpress.com/2010/01/26/que-dura-es-la-vida-del-ciclista/
2 comentarios:
Los que tenemos los cojones bien puestos somos los que hacemos eso mismo que comenta y despues en vez de tirarnos la tarde con las patas para arriba o ir al masaje, nos toca ir a chupar 8h delante del ordenador.
Y que lo digas Sergio!!
Gracias por el comentario, salu2
Publicar un comentario