EL CICLISTA FANTASMA

Hace tiempo que esperaba este momento, nunca antes había conseguido una prueba real del ciclista fantasma pero ha llegado el día. Gracias a la gentileza de Unai hoy os puedo mostrar unas fotos de este personaje. Yo le llamo el ciclista fantasma porque aparece de dónde menos te lo esperas, otros le llaman el guija porque ese es su grito de guerra cuando lanza su ataque... cada uno le llama a su manera pero lo que es cierto es que no hay cicloturista alavés que no se lo haya encontrado alguna vez y haya sufrido en sus carnes su presencia.

El personaje que os cuento es un hombre con una tupida barba que esconde su edad, aunque yo creo que rondará la cincuentena, de aspecto endeble y poca estatura. Su estrategia es esperar a que aparezca algún ciclista o grupo por la carretera, en ese momento aparece, como salido de la nada, y se pone a tu lado con su bicicleta de paseo BH, al percatarse de su presencia la primera impresión es de asombro, para pasar luego, generalmente, a risas contenidas.

Imaginaros, el típico cicloturista con su flamante bici de carbono al lado de un vejestorio con una BH de paseo (de las viejas), a priori ya sabemos quién tiene las de ganar pero nada más lejos de la realidad. Cuando el cicloturista empieza a acelerar la marcha el ciclista fantasma mantiene su ágil pedalada y no solo no consigue mantener el ritmo sino que en un momento dado hasta ataca.

Imaginaros la cara que se nos queda al resto cuando vemos a este tipo que no conseguimos dejarle atrás y encima anda casi más que nosotros con su vieja máquina...

Con esto os quiero recordar el dicho de que las apariencias engañan y desde aquí os digo que andéis con ojo porque la leyenda urbana continua y nunca sabemos cuando puede volver a parecer el ciclista fantasma...

P.D. Gracias a Unai por este gran testimonio gráfico.